lunes, 17 de agosto de 2015

Uno, dos, tres

Es sorprendente como escribir me libera. Me calma. Me hace sentir un poquito no tan cargada.
Mis dedos se mueven a una velocidad increíble, mientras con mis ojos cerrados tecleo todo lo que se me cruza en mi mente.
No.
Simplemente no.
NO.
NO y NO.
Respiro profundo. Cuento. Uno, dos, tres.
Inhalo.
Exhalo.
¿Por qué sigo pensando en esto?
Mil fundamentos, mil razones. Mil cosas por pensar.
El tiempo pasa, los segundos corren, los minutos se convierten en horas. Las palabras en frases y las frases en párrafos. Y yo sigo pensando.
No sé.
De pronto la solución está en esperar.
En esperar y dejar que el tiempo siga corriendo. Que las horas sigan avanzando, mientras mi corazón late cada vez más fuerte en búsqueda de una respuesta.
Amor. Siento amor. Sí, eso lo siento.
¿Seré capaz?
Solamente sigo respirando, y sintiendo, y pensando. Y algún día las cosas se van a solucionar.

Y no sólo es eso. Creo que ella está regresando. Metiéndose en mi cabeza. Ella quiere volver a tenerme. Pero yo no quiero que me tenga, y sin embargo la estoy dejando entrar.
¿Por qué? Pensé que se iba a ir para siempre. Pero no. Ella no te abandona. Ella está acá. Y se regodea de tu desdicha al pensar en ella.
Y en él también. Porque te mete ideas en la cabeza sin que te des cuenta.
A ambos les gusta verte sufrir.

No sufras. Eres fuerte. No sufras. Tú puedes. No sufras. Todo va a estar bien.

Frustración.

lunes, 12 de mayo de 2014

Cómo decir adiós

Es difícil no darle importancia al hecho que una de las personas que más he querido en los últimos meses te dé la espalda y se aleje así sin más. Tal como llegó, de una forma casual y hasta un punto graciosa, se fue; pero ahora lo gracioso raya en la ironía. ¿No es curioso como cambian las cosas? En un segundo, puff, todo puede ser diferente. Pero en este caso, ese diferente tiene un sabor amargo que le deja un desasosiego a mi alma.
Yo a esta persona en particular la quiero, la quiero más de lo que puedo querer, más de lo que se imagina, y más de lo que me quiere a mi, porque ahora pensándolo bien, no creo de a mucho que me haya querido alguna vez. Tocas la puerta, una, dos, tres, mil veces, y mil veces te la cierran en la cara, a veces con golpes tan duros que sientes que te fracturas por dentro. Y es así como deseas que hubiese un pegamento para pegar cada una de esas partes que están rotas dentro de ti, y que esa persona no ha hecho más que volverlas añicos y destrozarte. Porque vas amablemente y no está. ¿Son estos los requisitos de una amistad? Claramente no lo creo. ¿En qué momento se deja de ser amigo para convertirse en un total extraño? 
Justo cuando sientes que todo en tu vida va bien, todo marcha de maravilla... Todo POR FIN está yendo hacia un lugar que hace mucho no visitabas, justo en ese momento viene esa persona que tanto querías y te devuelve a la triste realidad que no es como creías. Rabia, tristeza, mucha tristeza, pero más que todo, decepción. Eso es lo que se siente, decepción de ti, por continuar ahí, por no ver las cosas claras, decepción de ese otro que en cierta forma traicionó tu amistad. ¿Cómo tratar de decir que las cosas van bien cuando saludas de una forma tierna y te responden con un seco "Hola"? No sé. No sé que pensar en realidad. Quiero simplemente que todo vuelva a ser como antes, o que simplemente deje de doler. Dicen que el tiempo lo cura todo. Pero... ¿Cuánto tiempo tendré que esperar para que esto deje de sentirse como una puñalada fría directa al corazón? Estoy harta ya.

martes, 22 de abril de 2014

Temor

Temo. Temo porque suceda. Temo porque está en mi mente. Temo porque ya lo pensé, y aunque lo deseche, sé que volverá. Temo porque duele, pero duele porque temo. ¿Qué hay después? Frío en el alma, corazón caliente, mente pausada, sueños volando. ¿Dónde está la felicidad? Buscar, indagar, ver. ¿Será que es algo posible de alcanzar? Llorar, reír, ver las estrellas. El mundo te sonríe  sonríele tu también. Caminar, correr. La lluvia golpea tu cara, pero se siente bien, es estar viva, sentirlo es vivir. Tanta energía, tanta felicidad. ¿Cómo llega? ¿Por qué llega en el momento menos oportuno? Salir, amar, reír, vivir. Cantar y un corazón latiendo al son. Ser, no ser, vivir, no vivir, temer o no temer. Esperar a ver si sucederá.

jueves, 17 de abril de 2014

No eres tu, soy yo

No es la hora, no es el día. No es que llueve, ni que hace calor. No es porque sea de noche, mucho menos de día. No son los relojes sonando al unísono mientras el silencio acompasa mi alma. No es el pito ocasional de un carro en la calle. No eres tu que te metes en mi mente sin consultar. Sino que soy yo. Yo soy la que te traigo con recuerdos, la que te anhela con suspiros y te piensa con sentimiento. Soy yo la que en este momento, que no importa si es de noche o de día, si hace frío o calor, si hay silencio o bulla, soy yo la que quiere tenerte para no dejarte ir jamás.

lunes, 7 de abril de 2014

The black hole

It's funny how sometimes you feel like crap, but you have to use your very best smile because it's your duty to try to help the others. I have never thought that making an effort and pretend everything is alright would be so painful. 
It's like a black hole, sucking your soul, robbing your happiness, blinding your hope. Then, you scratch an edge and a little sunshine filters the darkness, and you feel so alive, so painless. You try to capture all that positiveness and plant it somewhere inside you. But it isn't enough. And the black hole attacks you even harder, and then you fall and feel like you'll never be alright. You feel that this fight between you and that damn black hole called depression will be forever and ever, and never ever you're gonna feel alright.

domingo, 30 de marzo de 2014

Recordar

Hace mucho no sentía la necesidad de escribir como el día de hoy. Su función gabaérgica implícita me imploraba que la usase, y aquí estoy cediendo a mis tentaciones, aún cuando sé que escribir no me hará bien y empero mi incosnciente me traicionará. 
Deben existir miles de razones para que una persona entre a tu vida, más para que compartas con ella un tiempo prolongado, y por prolongado me refiero a más de 10 años. Pero deben existir mil y un razones más para que de un momento a otro salga de tu vida sin más. 
Darlo todo en una amistad es hasta cierto punto enfermizo, patológico, anormal; y darlo todo en las amistades es mi punto débil. Y cuando esas personas se van de mi vida, el sufrimiento es tal que siento como si un ser querido cercano hubiese muerto. Pero así y todo, aún a sabiendas de lo que sucederá, sigo confiando ciegamente en la gente, sigo siendo ridículamente servicial y aún estúpida cuando tengo este tipo de amistades. 
No sé qué pensar de ella. Ella era mi "mejor amiga". La denominada así aunque sabía que yo para ella no lo era, aún quitando el "papel de víctima" en el que según ella me encasillaba, y "me encasillo", yo no era más que una simple casualidad de su vida. Lo di todo, todo hasta donde lo pude dar, por sacar esa amistad adelante. Yo simplemente me expuse, y salí herida. Punto negativo número 6800 para Lina. Me duele recordar, porque todos esos recuerdos atesorados con tanta importancia en mi hipocampo, en realidad están activando una vía dolorosa que no tiene un estímulo físico sino emocional. Y es curioso como mi mecanismo de defensa en este momento es racionalización, justo sabiendo que la medicina es uno de esos puntos en el cual mi vida y la suya se tocan. 
Uno no puede ser tan pendejo de seguir detrás de alguien, rogando por un encuentro, reclamando un tiempo que el otro no quiere dedicar. En serio uno no puede ser así. Pero siempre me queda esa esperanza estúpida en el fondo más profundo de mi ser, que me lleva a anhelar lo imposible. Punto negativo 6801: esperar. 
Esperar es malo, puede significar llegar demasiado temprano, que la otra persona no va a llegar o simplemente tener expectativas muy altas frente a una situación. Y yo sigo esperando que algo suceda, que con un saludo las cosas vuelvan a ser como eran antes, que con un "sólo quería saber como estabas", los hilos que tejieron esta separación se deshilachen y nos podamos volver a juntar. Pero a decir verdad, esperar duele tanto, que ya estoy cansada del dolor. Esa sensación displacentera tiene que salir de mi vida lo más rápido posible. Estoy harta y quiero que eso acabe ya.

viernes, 7 de marzo de 2014

Personalidad Obsesivo-Compulsiva


  • Excesiva preocupación por orden, organización, detalles (pierde objetivo principal de la actividad)
  • Meticulosidad y perfeccionismo que interfiere con ejecución de tareas.
  • Dedicación excesiva al trabajo y a la productividad, con exclusión de actividades de ocio o sociales.
  • Escrupolosidad e inflexibilidad en aspectos de moralidad, éticos y valores.
  • Incapacidad de desprenderse de objetos deteriorados o sin valor.
  • Reacio a delegar tareas o dificultad de trabajar en cooperación con otros si no se someten exactamente a  la forma de hacer las cosas.
  • Reacio a gastar dinero hasta extremos de avaricia.
  • Rigidez y obstinación.
  • Búsqueda de seguridad y aprobación de superiores.
  • Críticos con los demás, rara vez dan retroalimentación.
  • Ambivalencia y dificultad en la toma de decisiones.
  • Miedo al fracaso y a cometer errores.
  • Falta de empatía